miércoles, enero 14, 2015

RECUERDOS DE INFANCIA

Cuando chico leía las revistas de “El Santo, el enmascarado de plata”, basadas en el personaje de lucha libre mexicano.  Pero no las fotonovelas sino que los cómics esos que venían en un papel brillante y con tinta color café.
Recuerdo una historia en particular donde el Santo, junto con su amigo Mala Facha,  luchan contra un vampiro.  Esa historieta me hizo recagar del miedo (disculpando las damas presentes).  Ahí el chupa sangre huyendo del Santo se mete a una casa de tres pisos y en lo que el héroe se demoraba en subir las escaleras para atraparlo, el malo agarraba a un niño chico y se lo comía en la terraza del último piso.  Cuando el Santo logra llegar a la terraza el vampiro vuela con el niño en brazos y lo termina de matar en la calle para luego botarlo como un trapo viejo.  Esas imágenes me tuvieron muchas noches sin poder dormir.
Eran medio macabras las historietas mexicanas de esos años.  Creo que el susto más grande era el impacto que significó para mí la desnaturalización de una revista de caricaturas que hasta entonces y muchos años después siempre eran situaciones de acción  o graciosas, pero no un vampiro matando un niño chico.  Algo parecido a lo que hizo Stephen King en “Salem’s Lot” donde fue la primera vez que a alguien se le ocurrió meter niños vampiros, quien haya visto la serie que se hizo en los 80 siempre recuerda las imágenes de los niños rasguñando las ventanas.

Otras revistas de esa época fueron “Memín Pinguín”, para mi gusto la versión dibujada del Chavo del 8 y también ”Kalimán”, la respuesta a Sandokán y Tarzán.
El año pasado quise comprar algunas de esas viejas historietas pero como ya no salen las encontré carísimas y en pésimo estado, pero nuevamente "gracias Internet por favor concedido", se pueden ver en la red.


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